A principios de los noventa, sus actuaciones en comedias, sus caras graciosas y sus ingeniosas frases chispeantes en cada diálogo le convirtieron en una de las mayores estrellas de Hollywood, un actor muy querido y respetado que pronto demostró que no quería encasillarse, realizando otro tipo de papeles muy diferentes. Jim Carrey ha tenido una carrera de altibajos, pero siempre ha sido una de esas estrellas que caían bien al público, desde el primer momento. Forma parte de la historia del cine, sobre todo en los años 90, con comedias tan desternillantes como la saga Ace Ventura o La Máscara, que fue la que le llevó al auténtico estrellato. Un actor encomiable que también supo hacernos sentir algo más que risa con El Show de Truman y Olvídate de Mí.
Si bien es cierto que su popularidad ya no era la misma en los 2000, Carrey todavía seguía protagonizando muchas películas y era un seguro en taquilla. Sin embargo, en los últimos años su situación ha cambiado mucho, alejándose de la gran pantalla y realizando contados proyectos. Mucho tiene que ver su agitada y trágica vida personal, que le ha marcado en su actividad en los últimos años. Y es que, como ocurría con otro de los grandes genios de la comedia, Robin William, la cara de felicidad y todo el humor que desataba ante la cámara luego no eran tal cuando se quedaba solo. La vida privada de un comediante también puede ser muy dura, y a pesar de todo ello, Carrey ha intentado sobreponerse a todas estas situaciones para hacer lo que más le gusta: desatar su talento innato como actor.
Primeros años de Jim Carrey
Nacido en Ontario, Canadá, Carrey creció en una familia católica y pronto entendió que tenía una habilidad nata para hacer reír a los demás. Desarrolló su carrera desde muy joven en Toronto, participando en un cabaret y en una sala de variedades. Posteriormente se marchó a Los Ángeles, donde empezó a tener papeles secundarios en pequeñas películas. En los años 90 llegó su auténtica oportunidad, dando vida al detective de mascotas Ace Ventura tanto en la película original como en la secuela. Así mismo, en la misma época, participó en la película Dos Tontos Muy tontos, lo que le catapultó al éxito en Hollywood. Era el nacimiento de una nueva estrella de la comedia, un tipo que parecía sobreactuado pero que tenía una capacidad espectacular para adaptarse a cada papel, como demostraría más tarde en otras producciones.
Filmografía de Jim Carrey
A lo largo de más de treinta años de carrera, el actor ha conseguido grandes éxitos de taquilla, como La Máscara, Dos Tontos Muy tontos o Mentiroso Compulsivo. Sus actuaciones en Ace Ventura y en El Chico del Cable también le sirvieron para afianzar su posición en la industria, y hacer películas diferentes en los 2000, como Dí Que Sí, El Show de Truman, El Número 23 o Phillip Morris, Te Quiero, todas ellas con cierto punto simpático, pero también dramático, demostrando su versatilidad. Su última gran aparición en la gran pantalla la encontramos en la superproducción Sonic, la película basada en el famoso personaje de videojuegos de SEGA, donde Carrey toma el papel de villano encarnando al malévolo doctor Robotnik. Sus películas han generado ingentes ingresos en taquilla y se le sigue considerando un actor bastante llamativo para el público.
Su trágica vida personal
Ya en 2004, cuando era un actor tremendamente reconocido en Hollywood y uno de los mejores comediantes de su generación, Carrey sorprendió con unas declaraciones para una revista en la que aseguraba sufrir episodios de depresión continuamente. Aquello llamó mucho la atención del público, sobre todo por imaginar al actor como una persona siempre feliz y contenta, dispuesta a hacer sonreir a todo el mundo. La realidad era mucho más oscura. Casado dos veces, en matrimonios que apenas duraron un par de años, su vida sentimental parecía no ser demasiado constante, siendo relacionado con algunas mujeres, entre ellas actrices muy reconocidas, pero cuyas relaciones no llegaban nunca a consolidarse. En el año 2012 inicia una nueva relación, esta vez con una maquilladora irlandesa llamada Cathriona White.
Dicha relación tuvo sus más y sus menos, durante varios años, hasta que en 2015, tras romper definitivamente, la maquilladora no pudo soportarlo y se suicidó, dejando incluso una carta de despedida para Carrey. La propia madre de la fallecida acusó al actor de haber provocado ese suicido, y le denunció. Fue el principio del fin para Jim Carrey, que se recluyó en sí mismo y apenas apareció públicamente. Antes de comenzar con Kidding, su última película databa del año 2016, y desde entonces no había querido trabajar como lo llevaba haciendo en los últimos tiempos. Su tendencia natural a la depresión y las desastrosas relaciones amorosas que había llevado a lo largo de las últimas décadas habían puesto en una situación muy complicada a Carrey. Tal vez con el éxito de Kidding y con la vuelta a la gran pantalla con Sonic, el actor haya logrado recuperar un poco de ese entusiasmo que nos maravilló a todos.
Jim Carrey actualmente
Desde hace años, Carrey parece más concentrado en su labor como pintos, algo que siempre ha disfrutado, que en ponerse ante la cámara. Aun así, ha recibido el aplauso unánime de crítica y público al protagonizar la serie Kidding, una comedia negra donde tiene un personaje que le va como anillo al dedo. Su vuelta a la gran pantalla con Sonic ha generado opiniones encontradas, y aún así, son muchos los que esperan seguir viéndole en nuevas producciones. Por el momento parece que no hay nada a la vista, aunque una posible secuela de Sonic podría convencer a Carrey para volver a ponerse ante la cámara. Su situación personal hoy por hoy sigue siendo demasiado determinante, y no parece que el actor tenga mucho entusiasmo por seguir con el trabajo que venía realizando en las últimas décadas.