A pesar de su corta historia, que apenas llega al medio siglo, los videojuegos ya se han convertido en una pieza clave de la industria cultural, llegando a superar incluso a la música y al cine en su conjunto, como la industria más rentable. Si en los años 80 todo el mundo quería tener una consola en casa para disfrutar de aquellos juegos de 8 bits, hoy por hoy las cosas han evolucionado bastante, y hemos presenciado la llegada de innumerables mejoras al mundo del videojuego, desde nuevas consolas más potentes a ordenadores con una capacidad gráfica brutal, que llevan a estos títulos un paso más allá. Aun con todo eso, son muchos los gamers que echan la vista atrás para elegir al mejor juego que han disfrutado. Y los amantes del RPG lo suelen tener claro: ese es Final Fantasy X.
Concebido como un salto definitivo de calidad dentro de la saga más prolífica y popular de los RPG, Final Fantasy X apareció en 2002 como el primer juego para PlayStation 2 dentro de la saga, y se convirtió en una auténtica leyenda desde el primer momento. Sus personajes, su trama, su jugabilidad y todas las opciones que ofrecían le hacían destacar por aquel entonces como el Final Fantasy definitivo. Luego han llegado muchos más, por supuesto, incluida una adaptación a alta definición hace unos años. Pero el encanto de aquel juego aparecido a principios de siglo todavía no ha sido igualado por ninguno otro, y los jugadores lo saben perfectamente. Hoy vamos a hablar un poco a más a fondo de esta décima entrega de la saga de Squaresoft, un juego que marcó un punto de inflexión.
El cambio frente a otras entregas
Final Fantasy X ya nació como un juego diferente al resto de los de la saga, sabiendo el estudio que lo desarrollaba que supondría su salto definitivo. Esta décima entrega sería la primera para PlayStation 2, una máquina más potente que permitía, por ejemplo, mejores entornos en tres dimensiones. Los mapas fueron fusionados y se dio la sensación de mundo abierto. Los gráficos también mejoraron, y además fue el primer juego de la saga en incluir voces de personajes. También cambió el estilo de combate, ya que seguía siendo RPG, pero ahora la batalla se paraba en cada turno para permitir al jugador elegir el ataque que iba a realizar, algo totalmente nuevo en la saga. Incluso se creó el Tablero de Esferas, un sistema novedoso de subida de nivel a través de la experiencia que es único de esta saga.
Trama de Final Fantasy X
El protagonista de la historia es Tidus, un joven que juega al blitzball, el deporte más popular en Zanarkand, su ciudad. Durante un partido, un extraño ser empieza a atacar la ciudad y Tidus debe huir a través de una esfera temporal. Al despertar al otro lado se da cuenta de que no sabe donde está. Mientras busca refugio es atacado por una bestia salvaje, y consigue vencerla con la ayuda de la joven Rikku. Esta chica le lleva a su casa y le explica lo que ocurre. Su ciudad fue devastada 1000 años atrás, y ahora se encuentra en un mundo totalmente diferente. Como Tidus, debemos encontrar la manera de regresar a nuestra ciudad y a nuestro tiempo, para evitar esa devastación. A lo largo de nuestra aventura conoceremos a amigos, enemigos y tendremos que solventar un montón de problemas y obstáculos para conseguir nuestro objetivo.
Personajes y monstruos de Final Fantasy X
Una de las cosas por las que esta saga de RPG siempre ha destacado ha sido por sus increíbles personajes carismáticos, protagonistas a los que se les coge un gran cariño al instante, y con los que solemos sentirnos identificados. En este caso, Tidus es el joven al que podemos controlar, el que necesita averiguar qué ha pasado con su mundo y cómo puede volver a su tiempo. Le ayudará Rikku, una joven con extrañas habilidades, que también suele ser considerada como uno de los mejores personajes de la saga. Yuna, Wakka y Lulu ayudarán a nuestro héroe en su viaje, apoyadas a su vez por Kimahr, un poderoso guerrero que se encarga de cuidarlas, ya que tienen habilidades mágicas muy especiales. El gran villano de esta entrega en Sinh, un antiguo guerrero que puede ser invocado con ciertos cánticos para devolver la magia a la ciudad de Zanarkand.
En nuestro periplo también nos encontramos a numerosas bestias salvajes y monstruos de todo tipo que hacen mucho más complicado nuestro viaje. Desde Dracmón al Ogro o la Quimera Negra, estas criaturas poseen diferentes ataques y son muy distintas entre sí, así que habremos de descubrir cómo vencer a cada una de ellas de forma particular. Su diseño es espectacular y muy imaginativo. Estos monstruos nacen, según se cuenta en el juego, de la envidia de las almas en pena que han muerto como humanos y no han sido enviadas al Etereo. Esa envidia degenera en un odio que les hace convertirse en este tipo de criaturas salvajes y terriblemente peligrosas, que nos podremos encontrar prácticamente por todo el mapa en nuestra aventura.
Recepción del juego y secuela
Final Fantasy ya era una saga tremendamente popular en aquel momento tanto en Japón como en el resto del mundo. Su llegada a las consolas de Sony había supuesto su espaldarazo definitivo en todo el globo, con ejemplos como Final Fantasy VII, muy recordados por los fans. El primer lanzamiento para la nueva PlayStation 2 estuvo rodeado de mucha expectación y no defraudó. A pesar de los múltiples cambios realizados en el juego, los fans lo acogieron con los brazos abiertos y no dudan incluso hoy en destacarlo como uno de los mejores Final Fantasy de toda la historia. Es de hecho uno de los juegos más vendidos para esta plataforma, con más de 10 millones de copias despachadas, y es habitualmente considerado como el mejor RPG jamás creado, gracias a sus carismáticos personajes, su intrincada historia y su fabulosa jugabilidad. La saga continuó años después con juegos dispares, y en 2014 se llevó a cabo una “remasterización” para adaptar el juego a la alta definición, con mejores gráficos.