La ficción española está viviendo unos años magníficos, aupada también por su presencia en grandes plataformas como HBO Max y sobre todo Netflix. España siempre ha sido un país con muy buenos productos, que han triunfado a nivel internacional, desde Verano Azul a las más recientes series familiares como Los Serrano o Médico de Familia. El éxito de estas ficciones de Mediaset en media Europa, o las versiones internacionales de UPA, han servido para demostrar el tremendo potencial creador que hay en la península. La explosión definitiva llegó hace pocos años gracias a La Casa de Papel, un trepidante thriller de acción que Netflix aupó a la fama mundial tras su paso discreto por Antena 3. Otra de las series que ha seguido ese mismo camino, presentándose en abierto pero encontrando su nicho en el streaming, es Toy Boy. Una ficción diferente, centrada en el mundo de los strippers masculinos.
Si bien puede recordar un poco a la más reciente Bienvenidos a Chippendale, Toy Boy no está basada en una historia real, como la serie de Disney. Es más bien una creación original de avezados guionistas españoles, como Juan Carlos Cueto o César Benítez, que decidieron ubicar la acción en un club de striptease por darle un toque más exótico a su producto. Cueto, por ejemplo, ya había trabajado en muchas otras series como Un Paso Adelante o Tierra de Lobos, y conocía el mercado audiovisual español como la palma de su mano. La creación de esta nueva serie no estuvo exenta de cierta polémica, ya que se volvía a culpar a sus guionistas, una vez más, de romantizar la prostitución. Solo que esta vez, en lugar de poner el foco en la parte femenina, como ocurre habitualmente, habían optado por los chicos. De hecho, la serie se vendió como una mezcla de thriller hispano y Magic Mike, la saga de películas protagonizada por Chaning Tatum, en la que abundaban los desnudos masculinos. El gancho del morbo ayudó al principio, pero Toy Boy no obtuvo grandes audiencias, al menos en su paso por la tele en abierto. Fue Netflix la que permitió que encontrase su público y pudiera tener una segunda y última temporada.
Una serie original de Atresmedia
El proyecto de Toy Boy nace de la mano de la productora Plano a Plano, una de las más potentes en la ficción española. Colaborada habitual de Atresmedia, esta serie fue primero ofrecida a la cadena Antena 3 para su emisión en abierto, que se cerró en el año 2019. Los trece episodios de la primera temporada se emitieron en el cuarto trimestre de aquel año, y aunque la serie cosechó buenos datos de audiencia en los primeros capítulos, luego se desinfló por completo. A pesar de tener una historia intrigante y el gancho del morbo del desnudo masculino, Toy Boy no supo conectar con el público… al menos no con el de Antena 3. Meses después se estrenaría en Netflix, justo cuando el mundo entero frenaba por la pandemia del Covid 19, y entonces la serie encontró su nicho.
La historia de Toy Boy
La serie se centra en la historia de Hugo Beltrán, un joven guapo y despreocupado que trabaja como stripper masculino en un local de la Costa del Sol. Junto a sus compañeros, los Toy Boys, Hugo lleva una vida de lujos y excesos, pagados por sus clientas. Y es que más allá de bailar sobre la barra o el escenario, el chico también ofrece servicios mucho más… íntimos. En una de esas noches con una de sus clientas más poderosas, Hugo bebe demasiado y pierde la conciencia. Se despierta a las pocas horas, en el yate de su amante, y con el cadáver calcinado del marido de ésta a su lado. Automáticamente, Hugo pasa a ser el principal sospechoso del asesinato, y tras un juicio rápido, es condenado a varios años de cárcel. Su vida se desploma por completo, perdiendo absolutamente todo lo que tenía.
Siete años más tarde, un bufete de abogados recupera el caso y encuentra irregularidades en la forma en la que se llevó a cabo la condena. Para defender a Hugo, el bufete escoge a una joven letrada, llamada Triana Ramos, que se interesa por la situación de Hugo. El stripper comienza a salir después de varios años en la cárcel, con algunos permisos, y vuelve a reencontrarse con sus amigos. Sin embargo, el chico se ha ganado a algunos enemigos en ese tiempo, y la reapertura del caso también está molestando a mucha gente. Hugo tendrá que demostrar su inocencia, ayudado por una Triana que comienza a sentirse atraída irresistiblemente por él.
Del striptease a la prostitución
La serie nos muestra el sórdido mundo de la prostitución masculina en la Costa del Sol, una de las zonas más lujosas del sur de España. En este lugar conviven tanto gente autóctona con pocos recursos como jeques, multimillonarios y nuevos ricos que han decidido comprarse casas y mansiones en las inmediaciones. Los Toy Boys trabajan de manera habitual para las mujeres adineradas, más allá de ganar algo de dinero con su show de striptease, que no deja de ser una tapadera para servicios más explícitos. La serie no hace distinciones entre ser stripper y ser prostituto de lujo, más allá de lo que cada chico cobra por sus servicios. Es así como Hugo comienza a ganar mucho dinero gracias a su juventud, su escultural cuerpo y su carisma.
Lo que parece un negocio seguro y con mucho que ganar se convierte en una trampa cuando los chicos se entrometen con las mujeres de hombres demasiado poderosos y peligrosos. El club donde trabajan es habitualmente visitado por estas mujeres, aunque de forma discreta, ya que prefieren quedarse en la sombra. Cuando les ponen por delante tanto dinero, es imposible decir que no, aunque sepan que se están metiendo donde no deben. Se da la circunstancia de que algunos de los chicos que aparecen en la serie son strippers profesionales o han trabajado en ese sector, aunque no como prostitutos, que se sepa. El actor principal, Jesús Mosquera, debutaba de hecho ante las cámaras con este rol. Había sido previamente jugador de fútbol semiprofesional, y tras presentarse a las audiciones para un papel pequeño, los productores decidieron convertirlo en el protagonista. Tuvo que aprender a bailar y quitarse la vergüenza de desnudarse delante de las cámaras.
La conexión con el público
La serie se estrenó a finales de 2019 en Antena 3, pero su audiencia no fue especialmente grande. De hecho, era complicado que Toy Boy tuviera una segunda temporada… hasta que su estreno en Netflix lo cambió todo. En la plataforma de streaming, la serie sobre strippers encontró su nicho, llegando a muchos más espectadores en todo el mundo. María Pedraza y Jesús Mosquera, sus protagonistas, se convirtieron en auténticas estrellas internacionales, y ante este gran éxito, Antena 3 dio luz verde a una segunda temporada. Esa segunda tanda constaría tan solo de ocho episodios y se crearía ya enfocada a su emisión en Netflix, aunque antes pasaría por Atresplayer, el servicio a la carta de Atresmedia. Al finalizar la segunda temporada, Toy Boy cerró por completo su historia.